Alcaldesa Virginia Reginato, el parque de todos y para todos
Las ciudades costeras no deben dar la espalda al mar, sino integrar su paisaje a la vida cotidiana de quienes las habitan. Esa fue la premisa que nos llevó durante los primeros años de mi gestión como alcaldesa de Viña del Mar, a rescatar su borde costero y darle valor agregado, concesionando sus playas para que se realizaran en ellas las inversiones requeridas y rescatando el hermoso sector de la Avenida Jorge Montt, al transformarlo en un parque y paseo familiar.
Las ciudades costeras no deben dar la espalda al mar, sino integrar su paisaje a la vida cotidiana de quienes las habitan. Esa fue la premisa que nos llevó durante los primeros años de mi gestión como alcaldesa de Viña del Mar, a rescatar su borde costero y darle valor agregado, concesionando sus playas para que se realizaran en ellas las inversiones requeridas y rescatando el hermoso sector de la Avenida Jorge Montt, al transformarlo en un parque y paseo familiar.
Con la construcción del Parque del Borde Costero, a un costo de casi cinco mil millones de pesos, recuperamos más de ocho hectáreas de un importante sector de la comuna que va desde 15 Norte hasta Las Salinas, el que por muchos años estuvo prácticamente abandonado, para transformarlo en un paseo equivalente a ocho plazas en la ciudad, con características familiares y medioambientales de gran valor. Además, desde sus inicios se constituyó en un importante atractivo para los turistas y los propios viñamarinos, además de un paisaje ícono que nos caracteriza, comparable al Reloj de Flores o el Castillo Wulff. Su interior alberga el monumento al campeón mundial de salto a caballo, el chileno Alberto Larraguibel; la réplica de la estatua “El Pensador” de Rodin, donada a la ciudad por Leonardo Farkas; piletas de agua, jardines, juegos infantiles, máquinas de ejercicios y senderos para recorrerlo, todo con una privilegiada vista al mar desde primera línea.
Por eso nos sorprendió un reciente fallo de la Corte Suprema que acogió la demanda de quien reclama derechos de propiedad sobre aproximadamente veinticinco mil metros cuadrados de este parque, provenientes de la época cuando todo el sector pertenecía al fundador de la ciudad, don José Francisco Vergara.
Quien resultó favorecida con el fallo de la Corte Suprema ha señalado tener propuestas para realizar allí distintos proyectos, olvidando quizás que la Ley Lorca se encuentra plenamente vigente. Pero lo más importante, a mi juicio, es que más allá de los intereses que puede tener cualquier privado por este importante paño de terreno, es la ciudad en su conjunto la que saldría perjudicada si la Municipalidad se viera obligada a dividir el Parque del Borde Costero, entregando una sección del mismo para la ejecución de proyectos particulares.
Nuestro Parque Borde Costero debe seguir siendo de la ciudad, en toda su extensión y para el logro de este objetivo haremos todas las gestiones necesarias con el Fisco y la Armada de Chile, en busca de soluciones legales y financieras que permitan que continúe siendo la Gran Plaza de Viña frente al mar.