PRESERVAR EL CENTRO HISTORICO.
Las ciudades son dinámicas y van cambiando sus ejes de progreso, realidad de la cual Viña del Mar no ha estado exenta y, así, nuestra ciudad ha visto en los últimos decenios el crecimiento y desarrollo de nuevos barrios residenciales, sectores industriales y polos comerciales, de turismo y de servicios.
Las ciudades son dinámicas y van cambiando sus ejes de progreso, realidad de la cual Viña del Mar no ha estado exenta y, así, nuestra ciudad ha visto en los últimos decenios el crecimiento y desarrollo de nuevos barrios residenciales, sectores industriales y polos comerciales, de turismo y de servicios.
Pero no podemos olvidarnos del centro histórico de nuestra comuna, aquel que nos diera identidad durante todo el siglo anterior. Por eso, hemos desarrollo un Plan Maestro de Modernización y Desarrollo Integral del Casco Histórico de Viña del Mar, un esfuerzo con el que pretendemos seguir poniendo en valor este importante sector fundacional de la ciudad, porque lo mejor está por venir. Este proyecto contempla en primer lugar la identificación y planificación de obras de adelanto, luego gestionar su financiamiento y, por último, coordinar la valiosa coordinación público-privada para su ejecución. Nuestro proyecto busca fortalecer los atributos de un sector que es parte fundamental de la historia, identidad y desarrollo de Viña del Mar, a través de una planificación específica definida con criterios de inclusión social del municipio, el Gobierno Regional y el sector privado.
Dentro de las principales obras que vamos a ejecutar en virtud de este Plan Maestro se cuentan, entre otras, la renovación de aceras en distintas calles, para mejorar el tránsito peatonal, entre ellas Ecuador, Villanelo, Etchevers y Arlegui; la construcción del nuevo puente Los Castaños, que con un costo de 5.500 millones de pesos, sumará una nueva y necesaria alternativa al tránsito vehicular norte-sur de la comuna; y el ordenamiento urbano y manejo de los Bienes Nacionales de Uso Público en vías tan importantes como las calles Valparaíso, Arlegui y Quillota.
Es cierto que las nuevas obras de mejoramiento vendrán a dar continuidad y complementar los numerosos avances en infraestructura, vialidad, tránsito, prevención, mantención urbana y de áreas verdes, así como iniciativas de seguridad pública, que han cambiado el rostro y renovado la puesta en valor del centro viñamarino. Al respecto, baste mencionar la renovación de las plazas Sucre y Parroquia, la construcción de estacionamientos subterráneos, la repavimentación de calzadas y aceras, el cambio y reposición de luminarias, la conservación de los muros y puentes del estero Marga Marga, la instalación de cámaras de televigilancia, la renovación de kioskos y mobiliario urbano, o la reconstrucción del Teatro Municipal, por ejemplo.
Pero no tengo dudas, tampoco, que según lo establecido en nuestro Plan Maestro de Modernización y Desarrollo Integral del Casco Histórico de Viña del Mar, este sector de la ciudad continuará manteniendo su importancia relativa y otorgando identidad a la comuna.